viernes, 15 de junio de 2012

Las carcajadas de Martín

Cada noche oía aquellas carcajadas que le martilleaban la cabeza y le impedían dormir. Una noche saltó de la cama y subió. Tocó en la puerta pero nadie contestó, solo oyó la estridente carcajada. Aporreó la puerta, con rabia, hasta que la vecina de enfrente abrió y le dijo apesadumbrada:

-No insista, ahí hace años que no vive nadie.

-¿No?, ¿y las carcajadas que oigo todas las noches?

-Usted hace unos días que vive aquí, ya se acostumbrará. Yo llevo oyendo esas risas desde que Martín, el payaso, murió. Ya sabe, los fantasmas son así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario