viernes, 8 de febrero de 2013

Gafas mágicas

Su vida era un puro desastre. Probó diversos sortilegios y pócimas, pero seguía inmerso en la calamidad. Un día un adivino le dijo después de echarle las cartas:
—Es que ves el mundo negro y eso se transmite a tu vida. 
El brujo sacó unas gafas de un viejo baúl y le dijo:
—Con ellas verás el mundo diferente, son mágicas.
Los días pasaron y seguía inmerso en la “pena negra”. Al final aprendió a convivir con lo que le venía dado y todas las mañanas se ponía aquellas gafas que no servían para nada, pero que le quedaban bien.

lunes, 4 de febrero de 2013

Última salida

Era la penúltima copa de aquel nefasto año en el que todo le había salido mal. Aquel divorcio tortuoso que convirtió su vida en un solar, la muerte lenta y angustiosa de su madre, que fue devorada por un maldito cáncer, el ERE que lo dejó en la puta calle después veinte años de trabajo y luego el desahucio. 
Llamó al camarero y le pidió otro whisky-on-the-rock. Buscó en su chaqueta el billete con destino a Canadá, donde había escrito las últimas palabras de su madre: «Siempre hay una salida si tienes ilusión».