viernes, 16 de noviembre de 2012

Infiel

Lo encontré dentro del ropero. Le pregunté qué coño hacía ahí. Me miró como si le hablara en mandarín y no obtuve respuesta. Él seguía intentando escapar del fular escarlata de mi mujer y salir de aquella situación tan embarazosa. Cerré la puerta y me dispuse a buscar una explicación en las palabras de mi encantadora esposa. Después de escucharme con mucha atención, me dijo que no tenía ni idea de qué hacía el gato del vecino en nuestro ropero.

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